PROFESORES, ¿PARA QUE?
Esta es la principal obra educativa de Gusdorf, fue
escrita en 1963. En este libro, se
pregunta si todavía hay lugar para el profesor en plena era de la televisión y
de los medios modernos de la comunicación.
Frente a una instrucción de masas, termina por reafirmar
la relación cotidiana y bipolar de
persona a persona entre maestro y alumno.
Para el ningún medio pedagógico producirá la
comunicación, si entre profesor y alumno no existe la igualdad de condiciones
que caracterizan el dialogo. Maestros y alumnos siempre están en busca de la
verdad, y de esta relación con la verdad nace la autoridad del maestro:
denuncia a las universidades modernas porque se pierden en la preocupación
cuantitativa de la eficiencia y especialización.
De acuerdo a lo dicho por este filosofo la pedagogía se
fundamenta en la antropología: el hombre
requiere de la educación porque el es esencialmente inacabado.
La maestría empieza más allá de la pedagogía, una
pedagogía bien ordenada comienza por si mismo. Pero la culpa de un pedagogo de
tipo usual reside en no dudar de si mismo. Poseedor de la verdad, se propone
solo a imponerla a los demás por los medios más eficaces.
El maestro autentico es aquel que nunca olvida,
cualquiera que sea la especialidad enseñada.
Yo elegí ser docente porque creo que a través de la
educación es el medio por el cual podemos cambiar la sociedad en la que
vivimos, a través de los niños y jóvenes bien instruidos.
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